Las manos se buscan..., las manos se encuentran..., las manos se rozan...
Los dedos se entrelazan..., los dedos se unen..., los dedos se sienten...
Así nace algo..., así se inicía algo..., así se empieza algo...
Entrelazemos las manos..., dejemos que fluyan las sensaciones y que la magia de la seducción nos lleve a vivir aquello reservado para momentos únicos.
Calidez, suavidad, sensualidad, placer... esa mezcla que sólo se vive si dos almas quieren sentir...