domingo, 1 de octubre de 2006

Tres horas y media de sensaciones, de sensualidad, de morbo... (Bribón)

Hay días en que las sensaciones nos envuelven…, en que algo sucede que las sentimos con gran intensidad y eso… me pasó a mi el Jueves pasado…

Viví tres horas y medias de sensaciones, de placer, de pura excitación… No esperaba ese final de noche o ese inicio de día según se mire el reloj…

Era cerca de la una de la madrugada.
Llego a casa entre sueño y cansancio pensando en que el despertador sonara a las siete de la mañana…, pero quiero ver si en mi correo ha llegado algo nuevo e interesante. Conecto mi ordenador.. El Messenger arranca automáticamente y sin tiempo a mirar el correo ella me saluda al ver mi conexión con una sola palabra: Holaaaa!!!. Es sólo una palabra, pero esta clara y manifiesta la connotación ilusionada. Tres frases corteses de saludo y ella me dice que al día siguiente se va de vacaciones una semana. Manifiesto mi sana envidia, pero ella lo ignora y se limita a decir: “Me gustaría tenerte aquí y despedirme de ti…”.
Debería haber meditado mi respuesta pues el cansancio me invadía, pero algo me dijo que me dejase llevar y.. así lo hice: “Pues pídemelo y ahí estaré…”. Su respuesta fue corta y contundente: “Ven…”.
Cierro el ordenador sin dudar y me voy a su casa…, el sueño olvidado, el cansancio aparcado. El estimulo de vivir sensaciones son una motivación que me da renovadas energías…

A la 1:30 de la madrugada llamo a la puerta de su casa…
Me abre… Todo lo que lleva es un vestido abotonado por la parte delantera, notablemente desabotonado en su escote, dejando entrever en una cantidad considerable sus generoso pechos…
No hay palabras… sólo besos apasionados y mis manos que la recorren descubriendo como imaginaba que bajo su vestido no hay nada mas que su cuerpo desnudo…y sin dejar de besarnos me lleva hacia su habitación, donde nos espera una atmósfera ideal. Unas velas encerradas en quinqués de cristales de diversas tonalidades dan una luz y un color trémulo y calido a la habitación. Una música melódica y suave suena envolviendo la luz y a nosotros… y su cama con dosel envuelta en una sedosa y sensual mosquitera que le da un aire romántico y de ensueño…
No hay palabras…, sólo mis manos recorriendo las curvas de su cuerpo sobre su vestido… sintiendo en ellas lo que pronto podré ver con mis ojos y sentir en mis labios… Ella se deja hacer y se mueve con soltura para situarse frente al espejo de la puerta del baño... donde observa, ávida de seguir sintiendo mis manos, el reflejo de su cuerpo acariciado por mi…
Busca sentir, busca “vivir” sensaciones.. y no frena sus deseos… Se quita el cinturón de su vestido y dándomelo al tiempo que me da la espalda me dice: “Atame las manos…”. Ato sus manos en su espalda y ella… cierra los ojos entregándose a todo aquello que quiera desear..
Yo disfruto tocando su cuerpo, acariciándolo…, desabotonando su vestido para que sus pechos queden libres, para jugar con ellos y lamer sus erectos pezones.., para buscar con mi mano bajo su vestido y notar la tremenda humedad de su sexo, cálido.. ansioso… Mis dedos quedan empapados de ella y y deseoso de que esa sensación la compartamos los dos llevo mis dedos mojados a sus labios, donde ella los lame con dulzura y lujuria entremezcladas…
Me separo de ella para quitarme la ropa y mostrarme desnudo… me mira, me recorre con la mirada. Se entretiene mirando como mi miembro erecto esta deseoso de sentir algo fisico y de nuevo me da una orden que es mas una suplica: “Pídeme que me arrodille…” No me hago de rogar.. y se lo ordeno o pido casi anhelante… y ella obedece y arrodillada ante mi con sus manos atadas a la espalda… dedica toda la atención a descubrir el sabor, el tamaño y la forma de mi miembro que se pierde una y otra vez entre sus labios, su lengua masajeante y el interior de su boca…
Sólo puedo hacer una cosa.. y es estremecerme de placer..
Me arranca sensaciones a flor de piel, me hace sentir escalofríos, me hace vibrar todo yo… Me lleva al éxtasis físico y mental. Ese juego de sumisión, de entrega, de pasión.. me hace explotar con un sentimiento de placer intenso, sensual y morboso…

Se merece recibir al menos lo mismo… y por ello sin soltarle las manos la tumbo en la cama. Le abro todo el vestido y allí desnuda frente a mi…, la observo con descaro, con deseo y con lujuria.. La acaricio, me tumbo sobre ella y le susurro al odio todo lo que voy a hacerle.. pero no lo hago porque quiero que sea ella la que termine por pedirlo ardiente de deseo…
Y así sucede y ella anhelando sentir en su cuerpo lo que mis palabras han dicho en su oído, me pide, me suplica que lo haga…
Me dedico a ella con pasión, con ardiente pasión, con el deseo morboso de hacer en su cuerpo lo que deseaba mientras ella con sus manos atadas aún a la espalda “sólo” puede hacer que entregarse al placer… y como yo terminar por alcanzar un éxtasis salvaje, entre gemido y gritos que hacen que su sexo no sea una zona humedecida si no una zona toda ella absolutamente empapada con el néctar de su placer..

Y la noche aún no había terminado…, sólo había hecho que empezar…

Me regalo otros momentos sensualmente mágicos, excitantemente morbosos, estimulantemente sexuales…

No os los detallo ahora porque no quiero aburriros con un relato demasiado largo, pero ahí queda todo lo que pasó a continuación.. para tal vez algún dia seguir contando como viví tres horas y media de sensaciones, de placer, de sensualidad, de morbo…

A la una y media entraba en su casa…
A las cinco de la mañana salia…
En ese tiempo… sentí el placer en su máxima expresión…

La noche del Jueves fue una noche en blanco…, robada al suelo, pero en mi mente fue una noche llena de colores, matices, sensaciones…
Cada vez que la recuerdo

Algo falla...        Algo falla, cuando no existe la misma intensidad en la llamada... Algo falla, cuando no hay el mismo impulso ante una v...